domingo, diciembre 30, 2007

era una mujer

En su mano llevaba un pétalo amarillo. Lo tenía guardado suavemente, con la mano ahuecada. Lo llevaba como a un pájaro.
Me dijo que era todo su equipaje.

3 comentarios:

Alberto J. Acosta dijo...

Conmovedor. Todo el blog tiene un tono y una coherencia encomiables. Dan ganas de vivir en ese lugar.

Anónimo dijo...

Me gusta esa sensibilidad, esas ganas de ver el mundo como lector y plasmarlo en una reflexión, en un pensamiento. Estoy contentísima de haberte concedido nuestra mención especial del Jurado. Sigue así. Dolores Romero

Anónimo dijo...

Viví en un lugar parecido, le pusiste poesía a mis recuerdos.Gracias. Marcela Montero